martes, 17 de marzo de 2009





Parque de los Gatos en la bella ciudad de mis recuerdos infantiles.
Salí de Cali a la edad de siete años y desde entonces sólo he ido por temporadas cortas. Cada vez que vuelvo la encuentro más bella, hospitalaria y grande. Es la ciudad de la salsa, baile popular del caribe que
hace que el espíritu junto con el cuerpo entren en un estado de frenesí haciendo que el suelo se aleje de los pies cuando bailamos.
El Valle del Cauca es la tierra de los cañaduzales, palabra que tiene para mi son de tambor y de poema. De gente buena y amigable, del pan de yuca y el pandebono, del exquisito manjar blanco hecho en pailas de cobre, del río que la atraviesa, del cielo azul, los paseos por las calles después de las 5 de la tarde cuando el sol baja y una suave brisa nos refresca. Santiago de Cali mi bella ciudad, la más hermosa de Colombia.



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