Conozco dos niños y una niña preciosos, ellos estan creciendo mucho. Cada día un poco más, les compran la ropa pero pronto los pantalones les van quedando zancones, las blusas y camisas con las mangas cortas y los zapatos les apretan tanto que cada vez que llegan a alguna parte se los quitan. Cuando se reunen pasan felices pues no hay espacio que no invadan con sus juegos, sus risas llenan el aire de alegría, son cantos que me contagian al punto de querer unirme a sus juegos para volver a ser niña.
Estos niños son Sebastian que tiene 8 años, el mayor alegre inteligente y reflexivo, Mateo su hermanito menor, alegre, con unos ojos que lo dicen todo y Manuela su primita con 7 años, sensible y artista. Bueno los tres son artistas, los tres pintan y escriben, los tres son alegres y muy inteligentes, además de bellos por dentro y por fuera, mejor dicho los tres me enamoran cada día más, aprendo tanto de ellos y me dan tanta felicidad que cada momento con ellos es una fiesta para mi corazón. Esta historia contnuará
Clemen